JUICIO POLÍTICO AL PRESIDENTE Y NUEVA INESTABILIDAD POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA, de Aníbal Pérez-Liñán

Prefacio y reconocimientos (fragmento)

La década de 1990 fue una era de enormes esperanzas para América Latina. Tras el colapso de los regímenes autoritarios en los años ochenta y comienzos de los noventa, la mayoría de los países de América Latina emprendieron reformas económicas trascendentales con el fin de reducir la inflación crónica y favorecer un crecimiento sostenido. Para muchos observadores contemporáneos, la confluencia de democracia y mercados libres era señal de una ruptura con el pasado, el amanecer de una nueva era de libertades civiles, prosperidad y estabilidad política.

Al cabo de más de una década, resulta difícil volver la vista a este período sin que nos invada una mezcla de nostalgia e ironía. Si bien los legados de la década del noventa difieren de un país a otro, pueden describirse en general como logros notables empañados por oportunidades perdidas. En el ámbito económico, se logró finalmente vencer la inflación, pero el crecimiento económico se mantuvo esquivo; la pobreza, persistente. En la arena política, los militares se retiraron finalmente del poder (una hazaña de consideración) pero los gobiernos electos, curiosamente, continuaron fracasando. A partir de los primeros años de la década del noventa, se ha removido a presidentes de sus cargos en Brasil, Venezuela, Guatemala, Ecuador, Paraguay, Perú, Argentina y Bolivia; en algunos de estos países, de manera recurrente. Este desenlace representaba a menudo el triunfo de una sociedad indignada sobre un Ejecutivo corrupto o autoritario, pero esta misma sociedad rara vez lograba evitar que los gobiernos posteriores incurrieran en nuevos abusos. Para los primeros años del siglo XXI, ya estaba claro que las circunstancias particulares de cada crisis no eran sino piezas de un rompecabezas más amplio, un nuevo patrón de inestabilidad que surgía en la región.

Este libro explora los orígenes y consecuencias de este novedoso patrón de inestabilidad, destacando los acontecimientos decisivos que entre 1992 y 2004 definieron la nueva tendencia. Durante este período, las elites civiles comprendieron que los golpes militares tradicionales, en su mayor parte, se habían vuelto impracticables y experimentaron con el uso de instrumentos constitucionales para remover a presidentes impopulares. El juicio político a los presidentes se convirtió, en consecuencia, en un rasgo distintivo del nuevo panorama político de América Latina.

Fonte: PÉREZ-LIÑAN, A. (2009). Juicio político al presidente y nueva inestabilidad política en América Latina. 1ª edi. Buenos Aieres: Fondo de Cultura Económica.